Según Aristóteles el mundo se divide en supralunar y sublunar, siendo la luna la frontera entre las dos regiones.
-Mundo sublunar: Es la región que abarca desde la luna y toda la Tierra.
Aquí se encuentran los cuatro elementos ( agua, tierra, aire y fuego ) todos mezclados entre sí, y dando lugar a todo lo que hay. Se dice que si esos cuatro elementos estuviesen en su estado puro, se convertirían en cuatro esferas, al igual que las de Eudoxo, y estas quedarían con el siguiente orden: la esfera central sería la tierra, después agua, aire y por último fuego.
Cada elemento posee un movimiento natural rectilíneo, así pues:
-Agua y tierra: Descendente
-Fuego y aire: Ascendente
De esto podemos entender que, si lanzamos agua o tierra al aire, irá a su posicion de origen, al suelo, mientras que si prendemos fuego a una hoja, el aire irá hacia su origen, ascendente.
El movimiento del planeta proviene de una fricción a partir de la bóveda de las estrellas fijas, que hace que se mezclen los cuatro elementos y causen así generación y corrupción, es decir, dar la vida y quitarla, suge un nuevo ser y muere.
-Mundo supralunar: Abarca desde la luna hasta la bóveda de las estrellas fijas.
Aquí se encuentra un quinto elemento, denominado éter, un elemento perfecto y sin peso que hace a esta región eterna e inmutable.
La estructura de esta región sigue la teoría de Eudoxo, la teoría de las esferas homocéntricas.
Así pues cada esfera se mueve con un movimiento circular uniforme, creando rozamiento una entre otra y asi produciendo un movimiento general entre todas. Pero, ¿qué era lo que producía ese movimiento inicial?. Aristóteles propuso un primer motor inmóvil, que era el que producía ese movimiento hacia las esferas homocéntricas.
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