viernes, 25 de noviembre de 2011

La experiencia mística


Es la forma más peculiar e inusual de la experiencia religiosa. En esta experiencia los creyentes se sienten en contacto directo con Dios. Para llegar a ese estado de unión los creyentes recurren a una serie de actividades de purificación que le hagan digno de tal encuentro.

-Vida ascética (no hay relaciones sexuales)

-Ayuno

-Meditación

-Contemplación

Estos son unos poco entre los que hay.

Además, es una experiencia difícilmente comunicable. Por esto, cuando se intenta hablar de ella, se la compara con una experiencia amorosa. Con esta comparte la intensidad emocional y espiritual que conlleva.
Dos místicos españoles son Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz (Siglo 16)

1 comentario:

  1. Y sin embargo, en nuestros días, en donde nuestros abuelos crecieron con el trauma de la guerra y todos sus efectos mundiales negativos nos imposibilitan a muchos siquiera ya a creer en Dios. ¿Es posible en nuestros días la experiencia mística cuando la mayoría de las almas de las personas está des-diosada? ¿no es la naturaleza, en palabras de Emmanuel Kant, algo terriblemente sublime, algo terrorífica-misticamente sublime?

    Yo creo que en sociedades cada vez más secularizadas como la nuestra es necesario empezar a hablar de misticismo secular, es decir, una experiencia que no necesariamente implique a Dios como trascendencia, el Yo mismo puede ser el objeto de esta búsqueda. En un mundo donde Dios agoniza es necesario hablar de misticismo en el espíritu de la música. Ahora los nuevos místicos ya no usan hábito aunque siguen cantando muy bien, como los primeros monjes que cantaban gregoriano.

    La música puede ser ahora nuestra nueva religión, y vivir en ella y por ella nos convierte en nuevos sacerdotes en un mundo donde cada vez más reina la codicia y la ambición de poder: sólo donde hay música hay vida, hay libertad.

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